Hace algún tiempo escuché en mi programa de radio favorito un monográfico sobre un satélite de Saturno que como no podía ser de otra manera, tiene cabida en este blog.
El satélite es el octavo en orden de proximidad al planeta y se llama Japeto (de Iapetus, uno de los titanes.
El porqué está en este blog es porque la forma de Japeto es francamente extraña. Su tamaño es relativamente grande (el tercero en tamaño de los satélites saturnianos), con unos 1.500 km, pero hasta ahí no hay nada de particular.
Lo más curioso es que tiene forma de nuez. No es que sea un símil, es que efectivamente, en el ecuador tiene una cordillera que lo rodea completamente y en uno de los polos tiene una montaña muy similar al piquito de las nueces. Es la nuez del espacio, sin duda.
Pero no sólo acaban ahí las rarezas, la mitad del satélite es mucho más brillante que la otra mitad, y está compuesto de otro material. Es como un yin-yang. Aún se desconoce por qué, pero parece que acumula material proveniente de los anillos del planeta.
Fue descubierto por Cassini en 1671 y fue estudiado por la sonda Cassini en 2004 y 2007. Y como nota curiosa es que en la novela de ciencia ficción 2001: una odisea en el espacio, Japeto es donde se ubica el mayor monolito.
Pero hay una nota curiosa más. Esto es más un guiño a España que otra cosa. La cordillera central que rodea todo el satélite tiene un nombre muy conocido para nosotros. Se llaman los “Montes de Toledo”. En la NASA también tiene humor español.
A veces mirar en el cielo te encuentras figuras demasiado cotidianas…